jueves, 5 de junio de 2008

A ese chico le hace falta un límite

¿Saben qué? A ese chico le hace falta un límite. Es verdad. El pibe es insaciable. Nunca está conforme. Siempre quiere más. ¿Y adivinen de quién es la culpa? Obvio, de la mamá. Y, eventualmente, del papá. ¿Y qué quieren que haga? ¿Que empiece ahora? Ya está, tiene cinco años, no va a cambiar. ¿O sí? Pensándolo bien, tal vez todavía esté a tiempo... Bueno, empecemos ahora: te bañás a las 7 y media, comés a las ocho y te vas a dormir a las diez. ¿Estamos? No, parece que no estamos. Porque funcionó una vez y después se fue corriendo, corriendo, y otra vez son las doce de la noche y el nene está despierto mirando Los padrinos mágicos. Le hacen falta límites, sí. ¿Pero no se los puede poner otro? Porque da mucha fiaca.

1 comentario:

lamadredelanio dijo...

Hola! que tema! tengo tres hijos ilimitados, en el amplio significado de la palabra. Me cuesta poner límites porque me cuestan a mí aceptarlos... esa es la triste realidad. Les digo -"a dormir que ya es tarde" a las 9.30 de la noche y pienso para mí "qué ploma que soy, irse a dormir a ésta hora!"

Tengo más comentarios, los compartiré en las próximos días, ahora me tengo que ir a reprimirlos.